sábado, 11 de mayo de 2013

Respiro de mis campos

"En cierta ocasión Buda estaba sentado en compañía de una treintena de monjes en un bosque próximo a la ciudad de Vaisali. Eran las primeras horas de la tarde, y cuando estaban a punto de iniciar una conversación sobre el Dharma llegó un granjero muy preocupado. Dijo a que sus doce vacas habían huido y quería saber si Buda o los monjes las habían visto. Añadió además que los insectos habían devorado dos acres de sésamo que tenía, por lo que dijo: «Monjes, creo que voy a morir. Soy la persona más infeliz del mundo».
Buda contestó: «Señor, no hemos visto sus vacas. Por favor, búsquelas en otra dirección».
Cuando el granjero se fue, Buda se dirigió a sus monjes y dijo: «Amigos, tenéis mucha suerte de no poseer ninguna vaca»".

Sintiendo la paz


Cuando inspiro, me veo como una montaña.
Cuando espiro, siento en mi su solidez.



Al escuchar ruidos extraños en su casa, el Mulá se asusto y se escondió en el armario. En el curso de su búsqueda, los dos ladrones abrieron la puerta y se lo encontraron acurrucado allí. 

- ¿Qué estás escondiendo de nosotros? - preguntó uno de ellos.
- Me oculto porque me siento avergonzado de que no haya en esta casa nada digno de vuestra atención.

Cuentos populares

Ayo - Whithout you 


JimmyAttitude